Mi primera doble penetración

Hay algunas sumisas que marcaron mi camino en la dominación, y aunque no he escrito sobre ellas en el sitio tiene que ver con respetar su privacidad. Pero hay algunas historias que tengo permiso, ohhh la ironía ;), de contar, y una de ella es la primera doble penetración en la que participé. 

Para efectos de privacidad a la sumisa con quien la hice la llamaremos Climene. Además quiero aclarar que una doble penetración e incluso el simple sexo anal lleva mucha preparación, que no incluyó acá porque no es un texto didáctico, pero es importante que se sepa no es algo que se da de un día para otro o por arte de magia; además no es una práctica para todo el mundo. 

Ella fue una de mis primeras sumisas, y de ese primer grupo: la más importante. Ya tenía mucha experiencia en el sexo fuerte, lo cual me permitió experimentar mis gustos ampliamente, y yo le traje mi personalidad Dominante y la disciplina que le hacía falta a todo el sexo fuerte que ella había tenido buscando llenar sus necesidades de sumisa. 

Un buen día me dijo que una de sus fantasías no cumplidas era experimentar una doble penetración, una verga por culito y otra en su vagina; aunque yo nunca había tenido un trío que involucrara otro hombre pues tampoco me preocupaba, así que le dije buscaría a alguien.

No fue difícil, no porque tuviera muchas opciones, sino más bien porque tenía pocas. Solo un amigo tenía en el país que compartiera mis gustos de Dominación, así que conversé con él y estuvo de acuerdo. 

La noche que quedamos él pasó por mi, en el camino a recogerla a ella le conversé las reglas que ya había establecido:

  1. El culito de la putita era solo para mi, así que él podía cogérsela todo lo que quisiera por la vagina, pero el culito solo para mí. 
  2. Podía venirsele encima, pero no en la boca, ya que una buena putita solo traga la leche de su Amo. 
  3. Si yo decía que las cosas se detenían, de inmediato debía detener todo.

Le comenté la recogeríamos y yo me iría con ella atrás hasta el motel, una vez ahí él podía esperar en una esquina de la habitación o a la entrada mientras yo la preparaba y lo llamaría. 

Cuando estábamos los tres en el carro, ella atrás conmigo, y él manejando, yo la iba preparando, aunque era su fantasía y tenía mucha experiencia en sexo fuerte, incluyendo mucho anal, iba nerviosa, no era para menos. Le iba hablando de lo buena putita que era y de lo bien que la iba a pasar, de como todo lo que habíamos hecho desde que habíamos comenzado 8 meses atrás la había preparado para esto. 

Cuando calculé faltaban unos 15 minutos para llegar al motel, me saqué la verga y dije: 

— Ahora si putita sucia hora de comenzar a servir

Ella no lo pensó dos veces se inclinó y comenzó a chuparme la verga, mientras yo decía

— Ve que buena putita

Y mi amigo ajustaba el retrovisor para poder verla mejor mamando, y para ese momento la putita se soltó totalmente y sentía su saliva correr por mi verga de la fuerte que me estaba chupando, y sabía que para cuando llegaramos estaría mojada y lista. 

Por dicha había poco tráfico o estoy seguro mi amigo habría chocado, sus ojos están en lo que estaba pasando y no en la carretera. 

Para cuando llegamos al motel en San Francisco de Dos Ríos ella estaba tan concentrada mamando que ni cuenta se dió que nos habíamos detenido, tuve que decirle que era hora de bajarse.  De inmediato fue adentro,  se desnudó y se colocó de rodillas en el centro del cuarto, palmas en sus muslos hacia arriba como le había enseñado; mientras tanto mi amigo se desnudó y sentó a esperar ser llamado. 

Yo entré desnudo y como siempre comencé mi revisión; primero su cabello, luego su piel, luego levantando su cabeza para revisar su boquita metiendo dos de mis dedos y sintiendo su lengua chuparlos, y claro luego dos nalgaditas y mis dedos en su huequito de puta que estaba empapado, listo para servir.

Me acerqué ya con mi verga totalmente erecta y la puse en sus labios, siendo una buena putita movió sus manos hacia su espalda, y comenzó a mamarme y mover su lenguita deliciosa por cada parte de mi verga. 

Llamé a mi amigo y le dije que se acostara en la cama boca arriba, lo podía ver masturbarse mientras veía como mi putita me chupaba hasta el fondo la verga, me daba cuenta que si lo dejaba mucho rato iba a terminar viniendose de solo vernos, así que separe a mi putita de mi verga y le dije:

— le toca al invitado

Y ella bien entrenada se puso de cuatro patas en el piso y comenzó a acercarse a la cama, y fue subiendose poco a poco hasta que llegó a la verga de mi amigo y comenzó a chupar con todo la emoción y demostrando lo bien entrenada que estaba.

— uyyy mae que rico chupa esta perra

Dijo mi amigo mientras casi ponía sus ojos en blanco. Yo disfruté la vista por unos momentos, orgulloso de lo bien que lo había mi putita y del placer que le daba a mi amigo. Luego me acerque despacio y comencé a jugar con mis dedos en el huequito de puta de ella que ya estaba más empapado, sus jugos corrían por sus muslos y claramente estaba esperando desesperada el momento. 

Por unos minutos la penetré con mis dedos mientras disfrutaba de sus gemidos escondidos por tener la boca llena de verga, y luego de escupir en su culito comencé a penetrarla con dos deditos en su vagina y uno en su culito. 

— más te vale tener esos huecos listos y abiertos para lo que viene puta sucia

Sentí que era el momento y puse dos dedos en su culito, estaba abierta y deseosa, comenzó a venirse y sentía como la fuerza de su orgasmo empujaba los deditos que tenía en su vagina hacia afuera, y los que tenía en el culito eran apretados, ufff se vino delicioso y termino de empapar mis dedos, ya para ese momento no tenía ni que moverlos porque ella se hacía hacia adelante y atrás mientras mamaba verga y se penetraba con mis dedos ya en un éxtasis de placer incontrolable.

Cuando la sentí lista y desesperada por verga saqué mis dedos y sin darle tiempo para pensar me puse sobre ella y metí mi verga, bien lubricada,  en su culito, sentí como se abría y la oí chilla y quejarse como la puta que era siguió chupando aunque le dolió. 

Comencé a cogérmela fuerte y con esto ella empezó a chupar más fuerte, aunque poco a poco perdía la concentración y soltaba la verga de mi amigo, la tuve que cachetear un par de veces para que no se olvidará para qué servía. 

Y de pronto ese orgasmo anal tan delicioso, sentí mi verga ser apretada por su culo de una manera impresionante que me costo controlarme, y mis huevos empapados con sus líquidos vaginales que chorreaban y todo su cuerpo temblar y ella desvanecerse por un momento; una delicia total.

La deje descansar un minuto sin moverme y sin sacar mi verga de su culito, con ella aún temblando del orgasmo, saqué mi verga de un golpe y la nalguee

— Hora de demostrar que eres buena buena puta, súbete en su verga!!

Le tomó un segundo poder incorporarse pero sin dudarlo movió su cuerpo y se ensartó la verga de mi amigo de un golpe en su vagina y comenzó a cabalgar duro, el pobre no sabía ni que hacer estaba perdiendo la lucha con ese hueco de puta tan delicioso y mojado. 

Me fui acercando poco a poco y poniendo mi mano en la espalda de mi sumisa la hice agacharse sobre él y subir su culito, puse la punta de mi verga en su culito y pude sentir como se puso nerviosa, con mi mano la tome del pelo y se lo jale fuerte

— ya sabías a lo que venías puta, no era más que huecos para nuestro placer, así que tranquilita y abriendo huequitos, porque esto va a pasar te duela o no, tu decides si quiere colaborar o prefieres que te la meta por las malas

— si Señor, perdone Señor, mi culito es suyo

No había terminado de decir esto cuando comencé a penetrar su culito, era claro que le dolía, pero no dejó de cabalgar y poco a poco con su mismo movimiento se fue acostumbrando a las dos vergas y la mía entraba más con cada uno de sus movimientos hasta que estaba totalmente penetrada por ambos huequitos. 

Ella se retorcía del placer y no dejaba de gemir, yo podía sentir mi verga rozar la de mi amigo separados por una membrana delgada que creaba una sensación deliciosa, ambos estábamos duros a más no poder, y disfrutando increíblemente. 

De pronto la perra comenzó a venirse incontrolablemente un orgasmo tras otro, la verga de mi amigo luchaba por quedarse adentro con cada orgasmo y mi verga no aguantaba las ganas de venirse de lo rico que me la apretaba su culo de putita sucia. 

De un momento a otro y luego de unos 6 orgasmos seguidos simplemente se dejó caer sobre el pecho de mi amigo, y ya no era sus movimientos sino nosotros los que empujamos las vergas dentro de sus huecos que para este punto estaban totalmente relajados y sus jugos vaginales estaban por todas partes. 

Y con ambas vergas entrando y saliendo de sus huecos ya en una sincronía perfecta vinieron el orgasmo 7 y 8. Para ese momento ella estaba en otro plano astral y no era más que placer. 

Fuimos reduciendo el ritmo, y dejándola descansar, saqué mi verga de su culito y mi amigo siguió penetrándola mientras ella solo estaba desplomada sobre su pecho totalmente satisfecha. 

Yo estaba en una esquina disfrutando de la vista, cuando mi amigo me dijo con su mirada que ya no aguantaba e iba a venirse. 

— De rodillas en el piso puta calentona!

Como si oír mi voz la hubiera sacado de su trance de placer de inmediato se incorporó en y un movimiento estaba de rodillas con sus manos en la espalda en el piso:

— Adelante

Le dije a mi amigo, y él se levantó acercándole la verga a su boca que ella de inmediato comenzó a chupar con dedicación. Con mi verga a no más dar de dura me acerque y me puse a la par, de inmediato comenzó a alternar entre las dos chupandolas con dedicación y al final incluso metiéndose las dos a la boca al mismo tiempo agradecida del placer recibido.

En unos minutos vi que mi amigo estaba gimiendo y listo para venirse, así que di unos pasos atrás y la dejé concentrarse en él. No aguanto mucho, poco tiempo después sacó la verga de la boca de mi putita, y comenzó a venirse en sus tetas obedeciendo las reglas establecidas.

Luego de sentarse en la cama y recuperarse de la experiencia, él salió de la habitación y comenzó a vestirse para luego irse al carro, como habíamos conversado el momento de la putita de tomar la lechita de su Señor es íntimo y muy importante más cuando la experiencia es tan nueva como esta, y él sabía nos debía dejar solos. 

En el momento que fue a vestirse, yo me acerque de nuevo y sin perder un segundo la putita comenzó a chuparme todavía llena de la leche de mi amigo que poco a poco chorreaba de sus tetas al resto de su cuerpo.

— Más te vale ser agradecida

Ella lo sabía y me estaba chupando con un entusiasmo increíble, había pasado de estar de rodillas a cuclillas y con una mano me masturbaba al chuparme y con la otra tocaba su huequito de puta sucia.

Yo ya no podía más, mi excitación estaba al límite y la mamada estaba increíble. En unos poco minutos le saque la verga de su boca y comencé a masturbarme, ella ya sabía que seguía, se tocaba, y abrió su boca grande viéndome directamente a los ojos, apenas las primeras gotas de mi leche caliente tocaron su lengua comenzó a retorcerse mientras tenía un último orgasmo delicioso, yo me vine de una manera impresionante incluso la oí toser un poco cuando un chorro tocó directamente su garganta.

Fue una noche espectacular y una experiencia realmente inolvidable. 

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