No era la primera vez que la usaba ese día, me gusta empezar el día con una buena sesión. La había recogido en su casa temprano, le encantaba quejarse de lo temprano que era. Ya la había usado delicioso recién llegados a mi apartamento, y ahora me tocaba mi reunión de la mañana con la oficina.
Me senté desnudo en el sillón, coloqué mi audífono inalámbrico y me conecté al zoom desde mi teléfono, por dicha sin video. Como siempre saludé y le pedí a los presentes que fueran dando su update, y ahí estaba ella sentada a mi lado tapada solo por una toalla, deliciosa con su carita que me derretía y esa piel blanca merecedora de ser marcada.
Ella estaba en otra cosa cuando estiré mi mano y con un manotazo le abrí las piernas, y sin darle ni tiempo de reaccionar le metí un dedo en su hueco de puta que aún estaba mojado del uso que le había dado antes, no le había metido mucho ese dedo cuando ya le entraron dos y estaba empapada la muy sucia.
Estaba presentando mi update en la reunión y ella con 3 dedos adentro tratando de no gemir muy duro mientras sentía como sus líquidos corrían por mis deditos, ya para ese momento mi verga estaba dura de nuevo y lista.
Sin dejar de presentar la agarre del pelo y la hice inclinarse sobre mi verga metiéndosela en su boca para que me la mamara hasta el fondo como me gusta, la tenía del pelo haciéndola subir y bajar fuerte, y sentía su saliva caliente en toda mi verga.
Ya ni estaba poniendo atención a la reunión, la tomé del cabello y la hice levantarse, así desnuda la hice caminar al cuarto y la tiré en la cama, ella se volvió con esa cara de malcriada retadora, y yo me subí y le abrí las piernas, hizo a resistirse, pero lo deseaba como la puta que era, y me hizo su sonrisa invitandome a darle duro.
Todavía estaba en la reunión y seguí oyéndola con mi micrófono silenciado. Me metí entre sus piernas y metí mi verga en su hueco de putita la cual entró fácilmente porque la putita de Papi ya estaba empapada y lista.
Le di duro en ese huequito, como me encanta cogérmela. Ella no sabía si podía gemir o gritar y se le veía en la cara sosteniendo su ruidos para evitar meterse en un problema. Le di su seña para que se viniera y me jaló con sus piernas mientras me prensó la verga delicioso con su huequito, sentí que me la succionaba tratando de sacarme la leche.
Aún la reunión no terminaba, me acosté en la cama y le di lo que le encantaba, la deje cabalgar la verga de Papi. No había ni terminado de sentarse en mi verga cuando ya se estaba viniendo, su hueco tallado, su carita temblando, sus ojitos cerrados y sus manos tratando de agarrarse de donde fuera, sentí como me empapo hasta los huevos con sus jugos.
Mientras me cabalgaba tuve que volver a hablar, quite el mute de mi audífono y comencé a participar, ella seguía tratando de controlar sus gemidos, mientras hablaba le di la señal de venirse y fue uno fuerte, tuvo que usar toda su voluntad para no hacer ningún ruido mientras se venía sobre la verga de Papi.
Volví a poner el mute y la hice bajarse al piso y ponerse de rodillas, puse mi verga cerca de su boca para que me chupara los huevos y me masturbe mientras las reunión continuaba; me sentía venir y la hice abrir la boca, la cual no dude en llenarla de leche que ella como una buena niña se tragó como el premio que es.
Y justo a tiempo, en ese momento tuve que quitar el mute, y aún jadeando de venirme por segunda vez y delicioso, terminar la reunión y despedirme de todo mundo.
Nada mejor que una sumisa que sabe su lugar, incluso mientras Papi trabaja.